MOLISOLES es una empresa de Rivadavia dedicada principalmente al asesoramiento profesional en el rubro agropecuario, orientada a la producción sustentable y la innovación permanente.
Molisoles fue creada en el año 2013 por dos hermanos ingenieros agrónomos con el objetivo de prestar el servicio de asesoramiento profesional. Con los años se fue transformando en una empresa productora, sobre campos propios y arrendados, de cereales, oleaginosas y ganadería.
Con la experiencia a campo y las constantes capacitaciones, se fueron identificando las necesidades de los productores para hacer más eficientes sus aplicaciones de fitosanitarios, contemplando las condiciones ambientales de nuestra zona de influencia.
En 2017 adquieren una planta para metilar el aceite de soja propio para transformarlo en aceite de muy alta refinación y con ese producto comenzaron a formular sus propios coadyuvantes, pensando en las necesidades técnicas de los clientes y a un costo que permitiera el uso masivo y universal en aplicaciones de primavera-verano. Nace así el primer coadyuvante: BIODROP.
Luego fueron sumando a la paleta de productos los demás coadyuvantes que surgieron del intercambio con profesionales, aplicadores y productores, para acompañarlos con soluciones que se adapten a todas las situaciones desde las aplicaciones de barbecho, hasta el final del cultivo.
ECONOMIA CIRCULAR
El Aceite crudo desgomado de soja se ha convertido, en estos últimos años, en uno de los principales productos de la industrialización de los granos de soja producidos en la región. Siguiendo las ideas de la economía circular, hemos tomado la decisión de agregarle valor a la producción primaria de soja que realizamos hace ya varios años, para ello, pensamos en procesar nuestra producción en industrias aceiteras de Rivadavia para luego transformarlo en alimento para vacunos (harina de soja) y con el aceite resultante la formulación de Aceites Metilados Emuslionables.
EL PROCESO
El proceso consiste en trasformar el aceite crudo desgomado es sus ésteres metílicos y glicerol. Proceso que controlamos para que sea 100% refinado, propiedad que no todos los aceites comerciales lo tienen y nos asegura el mejor desempeño como penetrante.
Los ésteres metílicos de los ácidos grasos no son solubles en agua, por lo que resulta imprescindible que éste logre una perfecta emulsión con el agua del caldo, que es el vehículo para la distribución de los activos en el cultivo. Los aditivos utilizados en las formulaciones son altamente concentrados para que en una baja inclusión logren su objetivo y tengamos un alto porcentaje de activo, que en éste caso, son los ésteres metílicos